En el ámbito empresarial, es común encontrarse con situaciones en las que se deben reclamar cantidades impagadas. Para ello, existen diferentes tipos de procedimientos que pueden llevarse a cabo para lograr el cobro de las deudas pendientes. En este artículo, se describirán algunos de los procedimientos más habituales y efectivos para reclamar cantidades impagadas.
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Tipos de procedimientos para reclamar cantidades impagadas
¿Te han dejado de pagar una deuda y no sabes cómo reclamarla? ¡No te preocupes! En este artículo te contaremos los diferentes tipos de procedimientos que puedes seguir para reclamar cantidades impagadas. Desde procedimientos extrajudiciales hasta procedimientos judiciales, te explicaremos cuál es el mejor camino a seguir en cada caso.
- Procedimientos extrajudiciales
Los procedimientos extrajudiciales son aquellos que se llevan a cabo fuera del ámbito judicial. Estos procedimientos son ideales para reclamaciones de deudas de bajo importe o cuando se tiene una buena relación con el deudor. Algunos de los procedimientos extrajudiciales más comunes son:
1. Envío de cartas de reclamación: Este es el método más fácil y económico para reclamar una deuda. Consiste en enviar una carta al deudor en la que se le solicita el pago de la deuda. En la carta se deben incluir todos los datos relevantes, como la cantidad adeudada, la fecha de vencimiento de la deuda, el número de factura y los datos de contacto del acreedor. Si el deudor no responde a la carta, se puede enviar una segunda carta o considerar otros métodos.
2. Negociación con el deudor: Si se tiene una buena relación con el deudor, se puede intentar negociar un acuerdo de pago. En este caso, se puede acordar un calendario de pagos o una reducción del importe de la deuda. Es importante dejar todo por escrito y firmado por ambas partes.
3. Mediación: La mediación es un procedimiento en el que un tercero neutral ayuda a las partes a llegar a un acuerdo. En este caso, se puede contratar a un mediador o acudir a una entidad especializada en mediación. La mediación es un método rápido y económico que puede evitar el largo proceso judicial.
- Procedimientos judiciales
Cuando los procedimientos extrajudiciales no dan resultado, es necesario acudir al ámbito judicial. En este caso, se deben seguir los procedimientos judiciales correspondientes para reclamar la deuda. Algunos de los procedimientos judiciales más comunes son:
1. Monitorio: El procedimiento monitorio es un procedimiento judicial que se utiliza para reclamar deudas de bajo importe. Se trata de un procedimiento rápido y sencillo que no requiere la intervención de un abogado. En este caso, se presenta una demanda en el juzgado con todos los documentos que acrediten la deuda. Si el deudor no se opone a la demanda, se dicta una sentencia en la que se reconoce la deuda.
2. Juicio verbal: El juicio verbal es un procedimiento judicial que se utiliza para reclamar deudas de mayor importe. En este caso, se requiere la intervención de un abogado. El juicio verbal se inicia presentando una demanda en el juzgado con todos los documentos que acrediten la deuda. En el juicio verbal se lleva a cabo una vista oral en la que se presenta la prueba y se dicta una sentencia.
3. Juicio ordinario: El juicio ordinario es un procedimiento judicial que se utiliza para reclamar deudas de gran importe. En este caso, se requiere la intervención de un abogado y un procurador. En el juicio ordinario se presenta una demanda en el juzgado con todos los documentos que acrediten la deuda. En el juicio ordinario se lleva a cabo una vista oral en la que se presenta la prueba y se dicta una sentencia.
Conclusión
Reclamar una deuda impagada puede ser un proceso largo y tedioso. Sin embargo, existen diferentes tipos de procedimientos que se pueden seguir para reclamar la deuda.
En conclusión, para reclamar cantidades impagadas existen diversos tipos de procedimientos judiciales y extrajudiciales que pueden ser utilizados para garantizar el cobro de deudas. Es importante contar con la asesoría de un abogado especializado en derecho mercantil para determinar el procedimiento más adecuado según el caso y evitar posibles perjuicios económicos. La gestión adecuada de estas situaciones puede ser clave para el éxito financiero de una empresa.